¿Desde dónde te empoderas?

Creemos en el EMPODERAMIENTO REAL.

El mundo nos ha llevado a empoderarnos como mujeres y era necesario. El mundo femenino está ganando su merecido espacio en un lugar donde lo masculino ha sido preponderante. Donde lo masculino ha marcado el rumbo de la historia sin dejar la creatividad amorosa femenina florecer.

Pero está llegando el momento donde lo femenino y lo masculino se encuentren y se fundan en armonía, sí se fundan y no peleen.

Como mujeres hemos sido mal educadas por años en miles de aspectos, nos enseñaron a estar siempre disponibles para los demás y nunca para nosotras. Tal cual lo cuenta María Florencia Freijo en su libro (mal) educadas hemos sido educadas para amar sin condiciones, para cumplir miles de mandatos, limitando el poder de la mujer y su gran capacidad creativa. Con miles de arquetipos que inconscientemente seguimos repitiendo. Me he encontrado en miles de conversaciones con mujeres con estas ideas tan arraigadas que ni se dan cuenta. Criticando a las mujeres con las mismas etiquetas de hace años!

Pero lo bueno es que nos estamos dando cuenta de esto!

No se trata de avanzar sobre el hombre sino junto al hombre, aportando cada uno desde su lugar. No se trata de castigar al hombre o dejarlo de lado sino vaciarnos de todas las cosas que nos enseñaron por décadas y están mal. El camino es juntos, en cooperación, con respeto y dando el espacio para que cada uno entregue lo que vino a aportar a este mundo.

Y hemos logrado darnos nuestro espacio, de a poco. Empoderarnos. Y que siga sucediendo, porque falta muchas veces nuestro femenino sea desde el amor y la dulzura. No es una batalla de poder, desde el camino de copiar el masculino sino expandir el femenino. Que, aclarando, tanto hombres como mujeres portamos energía femenina y masculina. La pregunta es ¿cómo lidiamos con ella? ¿Cuál es más fuerte en cada uno, logramos armonizarlas y fusionarlas en nosotr@s?

Pero, en cuanto al empoderamiento ¿desde dónde nos sentimos fuertes y con poder? ¿Dónde nace esa fuerza y ese poder que sentimos? ¿Por lo que hacemos, por lo que hemos logrado? ¿Nace desde afuera de nosotros? ¿Nos lo da alguien con su aceptación, con su reconocimiento?

El empoderamiento es más fuerte y más real cuanto más me conozco, porque comienzo a empoderarme desde lo que realmente soy y no desde mis logros o desde el reconocimiento externo. Entiendo que mi fuerza y valor no radican en algo externo, ni se construyen desde afuera, porque cuando eso se pierde o cambia significa que mi fuerza y mi valor se van también.

El empoderamiento se construye desde mi autoconocimiento y mi autoestima, es decir de quererme y valorarme por lo que soy. Pero, ¿cuántos conocemos quienes somos? ¿Qué queremos y que necesitamos? Cuando comenzamos a responder estar preguntas, nos vamos conociendo, nos vamos respetando y nos vamos queriendo más.

El empoderamiento comienza a crecer en nosotros desde nuestra fuerza interior, esa llama que se enciende cuando sabemos quienes somos y hacia donde vamos. Todos podemos lograr unir y equilibrar nuestras energías femenina y masculina como dar y recibir, avanzar y darme descanso, contemplar y actuar.

No se trata de empoderarme, porque soy mujer o soy hombre, ni de lo que he logrado en mi trabajo, se trata de reconocer la plenitud y grandeza de los dones y talentos que cada un@ venimos a compartir al mundo.