Muévete para Sentir y No solo para hacer: El Poder del Movimiento Consciente
- Bodyfullness
- 16 mar
- 2 Min. de lectura

Nuestra metodología Bodyfullness nos enseña que el movimiento no es solo un acto físico, sino una puerta abierta a la conexión con nuestro cuerpo, nuestra mente, nuestras emociones, nuestra energía. Muchas veces, nos movemos de forma automática, buscando hacer una postura “perfecta” o cumplir con un objetivo. Pero, ¿qué pasaría si comenzáramos a movernos con la intención de sentir, más que de hacer?
¿Qué significa moverse para sentir?
Moverse para sentir significa estar plenamente presente en cada gesto, en cada respiración, y en cada parte del cuerpo que se activa. En lugar de enfocarnos en el resultado final o en si estamos haciendo una postura correctamente, nos centramos en cómo se siente el movimiento en ese momento. ¿Está mi cuerpo tenso o relajado? ¿Puedo notar una sensación de apertura o de limitación? ¿Cómo responde mi respiración?
Cuando nos movemos con conciencia, empezamos a escuchar lo que nuestro cuerpo realmente necesita. A veces, no se trata de alcanzar una posición perfecta, sino de darnos permiso para sentir lo que está ocurriendo en nuestro interior en ese momento. Esta conexión profunda nos ayuda a aprender a escuchar nuestro cuerpo y a darnos cuenta de lo que realmente necesitamos: descanso, estiramiento, fuerza o incluso liberar tensiones emocionales.
Los beneficios de moverse con conciencia
Mejor conexión mente-cuerpo: Al ser conscientes de cada movimiento, podemos identificar cómo nuestras emociones y pensamientos afectan nuestra postura y nuestras sensaciones físicas.
Reducción del estrés: Al movernos con atención plena, activamos nuestro sistema nervioso parasimpático, que nos ayuda a relajarnos y a reducir los niveles de ansiedad y estrés.
Mayor autoconocimiento: Con cada movimiento consciente, podemos aprender más sobre nuestro cuerpo y lo que necesita.
Prevención de lesiones: Escuchar al cuerpo mientras nos movemos nos ayuda a evitar sobrecargarlo o forzarlo más allá de sus límites, y prevenir lesiones.
Cuando nos movemos por hacer, nos desconectamos de la experiencia y simplemente seguimos una secuencia o un objetivo sin estar presentes. Esto puede llevar a una práctica mecánica, que no aporta ningún beneficio a nivel emocional, mental o energético.
El movimiento consciente es una herramienta poderosa que nos permite escuchar, conocer y entender nuestro cuerpo. No se trata de alcanzar una meta externa, sino de conectarnos con nosotros mismos y aprender de lo que nuestro cuerpo tiene para decirnos. Así, podemos movernos con más libertad, sin presiones y con mayor bienestar. La próxima vez que te pongas en movimiento, recuerda: mueve para sentir, no solo para hacer.
Comments