Ni los super héroes pueden

El mundo nos demanda vernos y sentirnos bien todo el tiempo. Tenemos que estar bien y mostrar y demostrar lo bien que nos sentimos con nosotras mismas a cada momento y en cualquier situación. Siempre con nuestra autoestima altísima. ¿Es real esto? Existe un bombardeo constante de recetas mágicas para lograrlo, si seguimos los pasos correctamente todos los días, pero la pregunta es, ¿Es sano imponernos esto? ¿ Es realista estar bien siempre? ¿Por qué sumamos esta carga a nuestra vida? ¿Cómo nos sentimos cuando no lo logramos?

Sabemos que autoestima es la forma de percibirnos y valorarnos según cómo actuamos en el mundo y lo que logramos en él. Me quiero según mis éxitos en el mundo, según lo que logro, según cuanto logro cumplir todas las expectativas que he creado sobre mí.

Si mi autoestima depende de lo que logro en el mundo puedo tener autoestima alta en ciertas áreas de mi vida y no tan altas en otras según como me perciba. La autoestima fluctúa y eso es lo natural, no todos los días me veo igual, no todos los días me siento igual. Y no por seguir recetas mágicas voy a poder cambiar esto. El cambio es parte de la vida, entonces pretender sentirme y verme bien todo el tiempo no es natural, no es sano, no es realista y termina siendo una carga. La psicóloga Erika Elsner al referirse a esto dice “Ni los súper héroes aspiran a tanto”. Me pregunto, ¿Qué nos lleva a tener semejantes aspiraciones? ¿Desde dónde miramos cuando queremos seguir estos estándares? ¿Podemos querernos y valorarnos con nuestras cicatrices, nuestras tristezas, nuestros errores y nuestros fracasos? ¿Podemos permitirnos ser vulnerables? Que de ninguna manera tiene que ver con falta de fortaleza sino todo lo contrario, ser lo suficientemente valientes para permitirnos sentir todo lo que nos pasa ahora mismo, en este momento. ¿Podemos querernos tal cual somos ahora? ¿Sentir ese amor propio, ese amor hacia nosotros por el sólo hecho de existir?

Porque la vida es cambio y es imposible estar siempre bien, vernos siempre bien. Entonces la receta que tenemos que encontrar es aquella que nos permita lidiar con serenidad nuestros altos y bajos, que nos permita ver con claridad los estándares y objetivos que nos ponemos, que nos permita reconocernos, vernos desde nuestra autenticidad y valorarnos desde ahí. Comenzar a guiarnos por lo que nos hace bien desde nuestras verdaderas necesidades y no desde las exigencias del afuera. Permitirnos quedarnos con lo que nos hace sentido, lo significativo para nosotros. Utilizando nuestro súper poder de elegir desde uno mismo y tener la capacidad de soltar y dejar ir aquello que no nos aporta, que no es real y que nos hace bien. Y así poder movernos con libertad para poder buscar sentirnos y vernos bien el mayor tiempo posible, porque es necesario buscar esto, pero reconociendo que aspirar a mantener ese estado todo el tiempo ni los súper héroes lo pretenden, porque los súper héroes también aprendieron a soltar.