¿Qué pasaría si pudieras ver todo lo que si tienes hoy?

Siempre estamos intentando que las cosas sean como queremos, que las personas se comporten de la forma que esperamos, que nuestras acciones den determinado resultado.

¿Pero que nos pasa cuando esto no sucede? Cuando la realidad no es tal como pensamos que debe ser? Cuando no se materializa lo que esperamos?

Nos enojamos, nos frustramos, sentimos rabia o tristeza. Nos enfocamos en lo que falta, ponemos nuestra mirada en aquello que desde nuestro pensamiento pensamos que al tenerlo vamos a estar bien, sentirnos mejor y que ahora no tenemos. Y así somos incapaces de poder ver más allá, ampliar nuestra visión.

¿Pero que pasaría si pudieras ampliar tu perspectiva y comenzar a ver todo lo que si tienes hoy? Enfocar y llevar tu energía a ver todo lo que te rodea y que muchas veces das por sentado, y así no le prestas atención.

Cuando dejamos de resistir y nos rendimos a vivir y a experimentar lo que sucede la mirada se amplía y comienzas a experimentar alegría en las pequeñas grandes cosas de la vida. El disfrutar lo simple, lo real. Porque el disfrute es una actitud, es una forma de vivir.

Cuando logras conectar con la vida, comienzas a agradecer lo que hoy es. Las personas que te rodean, tus logros, tu casa, tu alimento, tus ganas, la naturaleza, el poder compartir con los seres que quieres.

Porque cuando dejas de querer cambiar todo desde tu mente, comienzas a darle espacio a tu corazón. Sueltas resistencias y el control porque todo sea a la medida de tus pensamientos. Y cuando comienzas a guiarte con el corazón te das cuenta que no necesitas seguir buscando fuera de ti lo que te falta, porque lo que buscas ya lo tienes y esta dentro tuyo.